Autor: Johan López
Adiós Gramsci, que te vaya bien. Hay que hacer silencio, morir callados ante el atropello, ante las tropelías de gente que se arroga el derecho de hablar en nombre del pueblo. No seré yo el defensor de El Gato Briceño, para nada. Ni siquiera sé cómo va su gestión al frente de la Gobernación de Monagas; eso sí, debo decirlo, por lo menos me consta que Maturín tiene las mejores carreteras de todo el oriente del país. Y Caicara del Orinoco es un municipio en el cual las políticas públicas se ven por todos lados. El asunto mío, “enano ideológico” como el que más, es que no entiendo bien en qué consiste ese asunto que dice Toby Valderrama de “irreverencia en la discusión, lealtad en la acción”.
Recuerdo aquellas palabras del Presidente Chávez: “Los medios del estado deben abrirse a las denuncias del pueblo”, esto lo digo en referencia al hecho de que no existen, de verdad-verdad, espacios para discutir la Revolución. No hay que discutirla, ya Mario Silva se la sabe, sólo hay que seguir atentamente sus exégesis profundas para entender todo, para saber, incluso, quién mató a Consuelo. Camarada Mario, no es así. Una Revolución se construye al calor de las ideas y del debate. Su fermento vital está, precisamente, en el pensamiento crítico. Muchos años han pasado y seguimos siendo “estratégicos”, muriendo callados ante las fallas, ante la pérdida de espacios (Miranda, por ejemplo); mientras que la derecha espera en la sombrita ante nuestros errores verdaderamente tácticos y estratégicos. El silencio, termina convirtiéndose en complicidad, la complicidad se convierte en frustración y la frustración se convierte en voto-castigo (Miranda, por ejemplo).A ver, no intentaré hacer una lista de la gente que en su momento estuvo al lado del Presidente y ahora se alejó del proyecto, allá ellos. Pero sí debo advertir ciertas situaciones que son absolutamente conspirativas en contra de la Revolución. Hoy 12 de marzo de 2012, veía por VTV a Oscar Schemel, en el programa Contragolpe, conducido por Vanessa Davies. En ese programa el presidente de Hinterlaces destacó que el único líder que en este momento tiene mayor nivel de aceptación por encima del Comandante Chávez es Henri Falcón, quien ronda el 80% de aceptación en su gestión al frente de la Gobernación de Lara. No es un dato menor, sobre todo si se atiene al hecho de que no hace muchos años, Falcón era parte de la Revolución. Es interesante y eso coloca de relieve una situación insoslayable: los votos de Henri Falcón son de él, esa popularidad de la cual habla Schemel se la ha ganado el Gobernador de Lara sin los auspicios y el ala protectora del Chávez, quien sí ha logrado echarse al hombro otras gobernaciones del país, gracias a su indiscutible liderazgo. Lamentablemente no pudimos decir lo mismo de Diosdado, quien salió derrotado no sólo en Miranda, sino también en las primeras elecciones internas del PSUV para seleccionar su Primera Directiva Nacional.
Por lo visto, un nuevo pitiyanqui se une al club; ya Mario Silva lo dijo, es decir, está sentenciado El Gato Briceño por lengua maldita, por no ser “estratégico”, por ser un débil mental, sobre todo por ser un “enano ideológico”. ¿Será que este nuevo salto de talanquera (según Mario) también hará que perdamos Monagas? ¿Y el asunto no es sumar y multiplicar? Parece que poco importa que Monagas sea un estado estratégico, parece que más valor tiene el hecho de defender a Diosdado a capa y espada, (¡A ese ni con el pétalo de una rosa!, no vaya a ser que te caigan como al difunto Tascón que osó meterse con el hermano del hoy Presidente de la AN y Primer Vicepresidente del PSUV).
Entre tanto, Mario arremete en contra de la oligarquía, y eso no sólo está bien, sino que es ABSOLUTAMENTE necesario. Pero hay un detalle (funesto), a Mario como que se le olvida voltear la mirada hacia esos lados donde algunos Gobernadores Revolucionarios están realmente destruyendo por dentro todo lo que se intenta construir. Ya sabemos que el enemigo es la derecha, es cierto, pero sabemos (así me gusta creerlo) que ésta está fuera de la Revolución. Lo que me irrita y preocupa es que la connivencia y la complicidad lleguen a tal punto que no se diga ni pío respecto a los errores de todo tipo que comenten altos funcionarios de Gobierno, alcaldes y varios gobernadores. Ser estratégico es bueno, pero no tanto y menos así. Lo que me preocupa es que se vayan horadando las bases revolucionarias desde sus propios cimientos, que las ineficiencias y corruptelas terminen sitiando, desde dentro, al propio Proceso, colocando minas dentro del metabolismo revolucionario para que la implosión sea inminente.
Por otro lado, Mario, si de verdad eres defensor de las causas justas, de las luchas populares, por lo menos di “alguito” del desastre que es la Gobernación de Sucre y, no puede quedar atrás, la Alcaldía de Cumaná. Tírale aunque sea una “piedrita”, no esperes a que estén a puntico de saltar la talanquera para comenzar a decir que “esa Gobernación debe ser investigada”, porque eso, compadre, sí que no es estratégico y pensar que el pueblo no lee ese tipo de “jugadas” es menospreciarlo tanto o más que cualquier opositor furibundo.
Lo peor de todo esto es que Mario no dice nada, sus fuentes fueron incapaces de decirle que Miranda, cuando estaba gobernada por Diosdado, estaba en pico e zamuro. Lo mismo ocurrió con Táchira; Mario no se pronunció, sus fuentes sólo detectaban el hedor en los espacios de los opositores, pero jamás para el lado de la Revolución, claro está, al menos que se hayan escuchado vientos de “saltalatalanquerismo”, ahí sí, hay que abrir averiguaciones, sacar los trapitos sucios al sol, ya el tipo es un traidor, hay que llevarlo derecho al patíbulo. Lo estratégico, lo táctico, la disciplina, el pensamiento crítico, entre otras nociones, parecen perder su fuerza enunciativa cuando estas categorías son utilizadas de forma tan discrecionalmente selectivas; en eso, Mario es un gran maestro, sin dudas.
Alguien pudiera argumentar, no sin razón: “estamos en guerra, no hay que darle razones al enemigo”, cierto, de ello no cabe duda. No soy tan inocente al respecto; ahora bien, el asunto va por el lado del pueblo, de la gente que palpita al son de esta Revolución. Gente que necesita, de verdad, decir cosas, denunciar abusos, visibilizar sus luchas. En la medida que el silencio crece, que deviene cómplice, en esa misma medida estamos dejando un claro para que la derecha logre posicionarse, y no por sus brillantes propuestas, no por sus ideas nobles y augustas (ya sabemos la historia: privatización, privatización y privatización), sino que en la guerra de posiciones, la derecha avanza en la medida en que al pueblo no se lo atiende, no se le da respuestas estructurales a sus problemas estructurales.
Dos “perlas” finales: Supongamos que a Schemel le tiran una línea dura (billete de por medio) para que diga, a pocos meses del 7-O, que Capriles está liderando con más del 58% las encuestas y que el Presidente Chávez no supera el 32% de la intención de voto. ¿Cómo no creer en Schemel si ya fue “santificado” por el propio Presidente y por todos sus cuadros de alta dirección? No hay que ser tan inocentes, en política hay que hilar fino, no irse de bruces. Esto de las encuestas puede revertirse cual espada de Damocles certera a la garganta de la Revolución.
Finalmente, la UBV-Chaguaramos no tiene biblioteca, una biblioteca es vital para cualquier universidad. Las aldeas de Misión Sucre no tienen bibliotecas, las aldeas también gradúan gentes en diferentes Programas de Formación. La pregunta (in) estratégica es: ¿Por qué no tienen biblioteca ni la sede central de la UBV ni las aldeas de la Misión Sucre diseminadas a lo largo y ancho del país? ¿Puede haber universidades sin bibliotecas? Eso, sólo por mencionar un par “de cositas”.
Qué diría Gramsci de eso…
johanmanuellopez@hotmail.com
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