Autora: Bethzabeth Azuaje
Desde los años 70 el pueblo venezolano fue víctima de la decadencia del sistema público de salud. La razón: simple, los que se disfrazaron de democráticos veían en la salud y en la educación un gran negocio, la necesidad y el sufrimiento de los ciudadanos se convirtió en dividendos. Para privatizarla bajaron el rendimiento hospitalario con reducción de presupuesto, anularon el mantenimiento de las instalaciones, y los insumos médicos que iban desde medicamentos hasta costosos equipos hospitalarios que eran comprados con el dinero del fisco nacional paraban en las clínicas privadas, hijas de la burguesía.
Desde que llego al poder, nuestro presidente Hugo Chávez, ha realizado múltiples esfuerzos por solucionar tales conflictos, los médicos acostumbrados a trabajar de mala gana en los hospitales para obligar al pueblo a acudir a las clínicas no le han hecho fácil la labor, en vista de esto tuvo que traer médicos de Cuba y además construir un sistema hospitalario paralelo (CDI, CRI Barrio Adentro), además se generaron proyectos legales para meterle lupa a las clínicas.
Hasta aquí íbamos bien, había quienes como yo, pensaban que esta vez seria contundente, que el gobierno nacional daría una batalla incesante en contra de los monopolios de la salud, para de una vez extinguir las mafias que con bisturí de plomo hacen mala praxis social disfrutando de eterna impunidad.
Sin embargo, quedamos perplejos al leer en los titulares de la prensa nacional “Gobierno negocia tarifas con clínicas”. ¿Tendrá sentido que el gobierno nacional siga pagando, mejor dicho financiando empresas aseguradoras?, ¿tendrá sentido que el gobierno invierta grandes sumas de dinero que terminan en manos de los monopolios burgueses, opositores apatridas que han explotado y martirizado al pueblo históricamente? Pienso que NO, el gobierno tiene que buscar los mecanismos necesarios para poner a funcionar óptimamente el sistema hospitalario, que para nadie es un secreto, en la mayoría de los casos, desde el portero hasta los jefes de servicio tratan de malas maneras a los pacientes, que para obtener una cita hay que esperar 6 meses, que nunca hay gasa, no hay tal o cual medicamento, que la máquina de rayos X se dañó y así sucesivamente.
¿Será que podemos construir socialismo beneficiando a una parte de la población y excluyendo a otra? Eso es lo que al parecer está pasando, ya que el gobierno paga grandes sumas de dinero a las aseguradoras para que los empleados de la administración pública puedan seguir viviendo como pequeños burgueses, asistiendo a las clínicas, ¡porque solo los empleados públicos son competencia de materia de salud!, pienso que no, pienso que sería más justo que el gobierno no le diera un céntimo más a las clínicas y que por el contrario ese dinero, nuestro dinero, el de todas y todos los venezolanos, se invierta en construir todos los hospitales necesarios a nivel nacional y además por especialidades, esa sería una gran reivindicación social bien ganada y bien merecida por este pueblo heroico, así construiríamos un país más justo, el que queremos, el que necesitamos. ¡Abajo los monopolios que juegan con la vida y el sufrimiento! Basta de coquetear con el enemigo, por el socialismo que todos queremos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario