martes, 8 de mayo de 2012

¿Nos matará la guerra nuclear o la energía nuclear?


La especie humana se topa de nuevo con el gran peligro de desaparecer, así lo afirmó el líder revolucionario Fidel Castor en el año 2010 quien advir­tió que “Un ataque de Estados Unidos e Israel contra la República Islámica de Irán se tornarían inevitablemente en un conflicto nuclear global”.
Los intereses expansionistas de Israel jun­to con el interés energético de dominación de los Estados Unidos que pretende posicionar como único gobierno legítimo del mundo, se unen para atacar a Irán con el argumento de que el desarrollo de Energía Nuclear de este país es con fines Guerre­ristas.
La opinión de los medios en el mundo Occidental se ha centrado en dos posicio­nes la que defiende la intervención bélica a la República Islámica por su supuesto potencial “terrorista” y por otra parte un postura que defiende el desarrollo soberano de la Energía Nuclear con fines pacíficos en cualquier parte de mundo.
Se ha desviado una discusión  fundamen­tal que sería importante destacar sobre el uso de la Energía Nuclear y sus consecuen­cias perjudiciales para humanidad. Un pro­blema puntual es la inestabilidad geopolí­tica que genera la utilización de la energía nuclear con fine energéticos, porque esto podría ser un paso previo para la creación de armas atómicas que traería como conse­cuencia inevitable la inestabilidad regional y mundial.
Otros factores son las consecuencias am­bientales del desarrollo de esta energía que la han vendido como la más “económica y la que menos contamina”. ¿Usted consi­dera que generar toneladas de desechos radiactivos que ponen en peligro la vida y el medio ambiente durante cientos de años, no es contaminar y destruir el me­dio ambiente?
Desarrollar este tipo de energía nos expo­ne a un riesgo contaste, un accidente o un ataque a una central nuclear traería con­secuencias nefastas, en primer momento la exposición a elementos radioactivos puede ocasionar de forma inmediata la muerte;
 a mediano y largo plazo provocar cáncer, deformaciones genéticas y otras enferme­dades graves en los seres humanos, sumándola a esto la contaminación del la tierra, la atmósfera y el agua.
La discusión sobre el desarrollo nuclear se debería dar en la búsqueda de alterna­tivas que la generen otro tipo de energía como por ejemplo la eólica y la solar que son fuente de energía que en primer lugar son seguras, limpias, renovables y de bajo costo.
Nosotros los pueblos del mundo si que­remos un futuro para la especie humana debemos exigir a nuestros Gobiernos que presionen a las naciones para que se cum­pla con el desmantelamiento del arsenal nuclear y que además se frene definitiva­mente la producción de energía a través de centrales nucleares que nos exponen a un peligro constante.
Sabias reflexiones nos deja Fidel Castro cuando nos dice que, nadie puede ser in­diferente, ni se puede perder un minuto en exigir el respeto al derecho de vivir, maña­na sería demasiado tarde.

E. Cortés

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