lunes, 7 de mayo de 2012

¿Qué pasaría, en un supuesto negado, si no está papá?

  Los revolucionarios debemos crear formas de organización y auto-sustentación para seguir fomentando los ideales que nos unen, para continuar la lucha de clases, para impulsar el trabajo y educación liberadora. Es decir para luchar en contra del burgués propietario de los medios de producción que, naturalmente, no está dispuesto a perder el control y a permitir la agrupación, dentro y fuera de las fábricas, universidades o comunidades y hace campañas de desacreditación a cualquier sínto­ma de articulación, con el fin de disolverla.

La lucha, sin embargo, no es sólo con­tra el burgués sino también contra nosotros mismos. La población venezolana debe desprenderse de esos anti-valores, viejos vicios como esperar a que se le lleve una migaja para comer y luego votar. Más allá
 de la foto o la camisa unicolor tengamos atención a la teoría y práctica de los diri­gentes que se postulan para representarnos.
“El capitalismo no concibe otra recom­pensa que lo material” “Dame una casa” es una transacción que se sustenta en la lógica capitalista. Una mercancía se cam­bia por otra mercancía: casa por filiación, lámina de zinc por voto, beca por inclina­ción. Así construyen un pueblo de clientes y unos gobiernos mercachifles”. (TOBBY, V. 2011 Artículo de opinión: “Dame una casa, también un sentido”)
Por otra parte el fanatismo lleva al acabo­se la misión. He aquí la clave para no perder el rumbo, la historia nos ha dado ejemplos de los fracasos que hemos tenido en otros países.
El peligro es que estamos acostumbrando
 a la población a seguir siendo gobernada y no a liberarse de la dominación que nos sembró el capitalismo colocando límites a la libertad, volviéndonos esclavos de papá, ¿Por qué no somos capaces de guiar nuestras vidas? ¿Necesitamos un ser superior vigilante y castigador que nos lle­ven como pastor a sus ovejas?
El gran logro de la revolución bolivariana es la reivindicación de los derechos de los pueblos oprimidos por medio de la participación popular pero aun así seguimos manteniendo estructuras perjudiciales que pueden ser utilizados el día de mañana con­tra nosotros.
El llamado es a la emancipación lance­mos líneas, curvas, rectas hacia arriba no permitamos que personas o gobernan­tes muy alejados de los pueblos lleguen al poder como con una varita mágica a regir nuestros caminos, somos un homosapiens hombre y mujer pensante, asumamoslo.
 “Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra” Simón Rodriguéz

 Max Davila

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